Empezaré este relato ya que, si dejo pasar los días, seguro
que quedará en el limbo como otras veces.
Pocos ciclist@s en la salida, unos diez +/-. Son las 9:0 en
punto y la gente, nerviosa, arranca a toda máquina. Me quedo liado intentando
hacer que funcione un reloj con GPS que me han dejado para levantar el perfil del recorrido junto a Fernando H. y Josiño;
estos segundos que perdemos nos cuesta Dios y ayuda recuperarlos, menos mal que
apareció Javi por allí y nos dio rueda hasta la rotonda de Marcón en dónde nos
metimos a cola del grupo; un calentón de cohones.
La subida hacia Pontecaldelas se hizo muy rápido, al menos
para mí. En la cabeza s del grupo se alternaban Balea –en los repechos, como no-,
Rocha en las bajadas, ayudado del “garchador” y creo que Kiko también metía la
ruediña de cuando en vez, sin contar el arreón espectacular que nos propinó
Eduardo y que nos hizo temblar las muelas. Josiño me propinó algún que otro
empujón para mantenerme a cola del grupo toda vez que tenia pensado coger, en
Aguasantas, hacia Carballedo para poder celebrar tranquilamente el cumpleaños
de su hija. La cosa es que pasada la villa antes referenciada se van por
delante Rocha, Balea y Kiko, seguidos de Álvaro a unos metros y más atrás los
que quedábamos con la excepción de Josiño Paco Lago y tal vez Eduardo? que ya
iban a su ritmo. Próximo el cruce de Aguasantas, Raquel –buena persona y
solidaria deportista, al menos así me lo parece, además de guapa, claro- nos dice que se descuelga para
juntarse con Paco y Josiño ya que también tomará hacia Carballedo.
Después del cruce del río, en la playa Fluvial, todavía
llevamos a la vista a los 3+1 que van por delante. Por detrás vamos Tito -sobrado
va el cabrón-, Nando y el que escribe. El resto del recorrido es comandado por
Tito en las subidas y cuando la carretera “pica” en llano o hacia abajo me
invita para que me ponga delante y empuje lo que pueda. En la subida de
Aguasantas y Famelga el “percherón” nos aprieta de lo lindo y Fernando y yo
aguantamos a base de pundonor, vergüenza torera o yo que sé. Paramos en el alto
de Famelga –agua y pis-, y nos tiramos hacia Carballedo donde, sin esperarlo,
acontece lo más curioso del recorrido, al menos para mí.
Antes de proseguir he de aclarar que los hechos sucedidos
los describiré dentro de la subjetividad ya que las opiniones personales siempre
están impregnadas de esa cualidad por mucho que uno intente ser objetivo y por
ende, imparcial. No obstante el blog está abierto para que los que son citados
tengan la libertad de ejercer su derecho de réplica sin ningún tipo de censura
en tanto no haya descalificaciones o insultos personales que tanto aborrezco.
El tema es que en Carballedo nos sobrepasa, como un obús,
Celso; ni siquiera se digna en emitir el más mínimo saludo; claro, venido desde
atrás, a toda máquina, nos pega una pasada tal que en un abrir y cerrar de ojos
se nos va como un tiro. Reacciona Fernando Huelín y no sin esfuerzo nos metemos
a rueda en un pis-pas. Ya se sabe, o pillas pronto o eres hombre muerto. El
caso es que le recrimino que no nos haya saludado ni avisado para que intentásemos
al menos pillarle la rueda y hacernos el llano. El viento entraba de componente
Sur y fue un alivio para nosotros ir protegidos del mencionado elemento. En la
bajada incluso le meto unos 3 relevos pues me daba “no sé qué” ir chupando
rueda tanto tiempo.
En el cruce de la carretera general quedamos cortados -por unos coches que nos impiden el paso- de
Celso y un pelín más tarde de Tito, lo cual tampoco tiene tanta importancia
porque, con seguridad, aquel se iría en la subida de Mourente sin mayor
dificultad de mí y de Nando; humn…, con Tito ya no lo tengo claro porque subió
como un obús. 25,8 km/h, nuestra media.
En la llegada le vuelvo a decir a Celso lo que antes relaté
y tampoco es cosa que repita aquí lo que fue una conversación “tête a tête”;
sin embargo, al final me repite algo que ya me dijo en una ocasión y que ya me tiene un poco "quemado". Como
quiera que dicen que “no hay dos sin tres”, pues con respecto a esto no habrá
tres y desde aquí te lo voy a dejar claro:
Cierto es que entre nosotros no hay ni hubo
nunca “feeling”, ni siquiera en aquellos tiempos en que un servidor se
enganchaba con los “pros” y formaba parte de aquel grupo; nada grave en todo
caso ya que no podemos aspirar a caerle en gracia a todo el mundo ni viciversa,
pero hombre, que de nuevo vuelvas a decirme que cuando Ojea lleve la cámara NO
CENSURE LAS IMÁGENES EN QUE SALES TÚ, pues ya te vale, ya que:
-
1. La cámara que lleva Ojea es un regalo que le
he hecho a mi amigo para que tomase instantáneas de los recorridos y subirlos
al blog para el que quiera verlos- trabajo que le da, por encima-.
-
2. Desde hace muchos meses no hago montaje de
los vídeos y todo lo que la cámara graba se sube tal cual, sin ningún tipo de
retoque ni recorte.
-
3. Te sugiero que, cuando Ojea lleve la cámara,
te pongas a su rueda y le avises para que la ponga a grabar ya que tú vas
detrás, verás entonces como sales en la película.
Para terminar, me sorprendió que sólo tú nos
dieses alcance en Carballedo. En la llegada me enteré del por qué. Todo el
personal se paró en un incidente con un conductor de un vehículo, por un pinchazo de un compañero y por la indolencia con que el grupo se tomó tu escapada, no obstante, ¡enhorabuena!, te proclamaste “REINA POR UN DÍA”. Sin más…, “abur”.
P.D. Para N. Huelín: me comenta mi hijo que el reloj GARMIN "no funcionaba" porque después de un tiempo sin actividad pasa a "modo de ahorro de energía" y hay que desbloquearlo. A buenas horas me lo dice toda vez que ya me sucedió lo mismo en 2 ocasiones que he lo he llevado. A punto estuve de zapatearlo.