domingo, 29 de marzo de 2015

lunes, 23 de marzo de 2015

Al cobro recibo anual de la Peña Boavila

Os recordamos que ya está al cobro el recibo anual de la Peña, que como ya sabéis se emplea en la práctica totalidad para hacer frente al pago del seguro de responsabilidad civil individual en caso se accidente.
Como de costumbre, podéis hacerlo efectivo en el comercio de Ojea. Os rogamos la mayor puntualidad. Gracias.

Domingo, 22

De nuevo muchos ciclistas a las 9:00. Se inicia la salida y, unos cuantos, nos retrasamos un par de minutos para evitar tentaciones que ya sabéis. No obstante, a 200 m nos encontramos a Eladio que había pinchado y la peña se para para ayudarle en tanto que otros vamos haciendo camino. Nos cogen enseguida y con ellos vamos hasta Arcade. A partir de ahí hacemos un grupo de seis, por detrás y cogemos nuestro ritmo.

En la bajada de Pazos a Mondariz surge un- que ahora nos enteramos, malentendido; el caso es que Burgos no se encontraba bien y al llegar al llano no aparece; paramos y entendemos que había dado vuelta, Isidro hace lo propio y nos dice que se vuelve con él. El tema es que había hecho una “paradinha” para orinar y a continuación los dos completaron el recorrido en solitario. ¡Una pena!

Dado que los cinco que quedábamos íbamos bien avenidos, subimos Moscoso a un ritmo que nos puso Tito, de los de “sin prisa pero sin pausa”. En mitad de la subida nos jauparon los de las 9:30 que iban “ciegos”; iban unos diez más o menos. En el llano de Festín y contra el viento, Tito nos marcó una “seriña” la cual hizo que a Ferrito le temblasen los empastes. Sin más novedades y contra el viento que empujaba fuertemente en contra en el tramos Arcade-Pontevedra completamos la faena dominguera.


 

sábado, 21 de marzo de 2015

Viernes, 20


Debido al fuerte viento del Nordeste, decidimos cambiar el recorrido hacia la zona de Pazos, Fornelos, A Lama, Famelga y Carballedo. Se va mucho más abrigado por esta zona y de paso no pillaríamos la paliza con los demás compañeros que siguieron la ruta marcada.
La marcha no tuvo ningún sobresalto hasta llegar a la playa fluvial de A Lama; hasta aquí todo fue tranquilidad, “charleta” y café con avituallamiento. En la playa Fluvial nos topamos con unos siete ciclistas del Farto y, como siempre, nos entran las prisas. Rápida subida hasta Aguasantas para tensar todavía más en la de Famelga. De nuevo aquí cada uno va a su aire, Tito llega con los más fuertes y arriba reagrupamos. Después de una serie larga y exigente –Tito es quien se curra el trabajo, subimos Bora como amigos y dimos por terminado el recorrido.
Al margen de la etapa, Eduardo (Montecelo) me hace entrega de un pendrive que encontró en a zona de O Castrove, creo. En el mencionado pen hay una serie de fotografías, muchas de ellas, familiares, antiguas, junto a una serie de rutas realizadas, posiblemente por un GPS Garmín. Si sabéis de alguien que lo haya perdido dadle cuenta del hecho.

domingo, 15 de marzo de 2015

Domingo, 15

Levantarse el domingo, ir a coger la bicicleta con el tiempo justo y encontrarse con una rueda pinchada es la decepción más grande que uno se pueda llevar como, seguramente os habrá pasado alguna vez a vosotros. Salí de casa a las 9:07 y me dispuse a realizar el recorrido a mi aire; cerca de Marín se me ocurrió tomar hacia la Cruz de Maceira y bajar hacia Moaña para salir a esta localidad antes que el grupo.
En el alto de Meira llegan, numeroso, más de 20 ciclistas que bajan a toda pastilla hacia Domayo. En cabeza se van relevando Eduardo, Antonio y Nicolás, principalmente. Van bien organizados, levantan el pié en las subidas y dan cera en llanos y bajadas.
Enganchón en la subida de Santa Cristina que da con los huesos de Vicente en el suelo sin consecuencias físicas ni materiales. Se estira el grupo y los que van delante dan una vuelta a la rotonda del cementerio para reagrupar a toda la gente.
Con la misma dinámica se llega al cruce con la carretera PO-Vigo y a toda pastilla se llega a Paredes para tomar el cruce que lleva a la Canicouva; de cómo se toma el desvío mejor ni hablo. Acojonados se quedaron los del grupo que venían de frente justo en el enlace, lo mismo que el conductor del coche que se hizo a un lado.
Rápida aproximación al comienzo de la subida y ya en ésta cada cual va tomando el ritmo que puede. En la rotonda de la cima observo que los que llegaron antes dan vueltas a la misma para reagrupar de nuevo al personal. Ya juntos, de nuevo a toda pastilla por Bértola para llegar a Pontevedra sin más novedades.
Como relate antes, el grupo en cuestión está muy bien organizado, no obstante camina muy rápido. En recorridos suaves su dinámica es perfecta pero en cuanto aparezcan las subidas medias o largas los candidatos a integrarlo tendrán que entrenar duro para seguirlos. P.D. No os sorprendáis que un determinado personaje aparezca en la mayor parte de los cortes del vídeo, era el particular “angel de la guarda” que iba pegando empujoncitos aquí y allá, en la parte trasera del grupo, para que algunos, como el que escribe no perdiese rueda. Detrás también se curra y a veces más que yendo en cabeza. XD





miércoles, 11 de marzo de 2015

Etapas marzo, 2015

Xa tendes as rotas do que queda deste mes de marzo.

El regreso del Ligre

Salida mañanera en el día de ayer. Reaparición del Ligre tras su larga estadía de dos meses en tierras catalanas dónde se forjó en las subidas al Tibidabo y Montjuic.

Con la bendición del Boss y el Gaucho quienes convergieron con nosotros en la salida y después del recibimiento super cariñoso que una admiradora dispenso a nuestro protagonista para disgusto del primero, emprendimos la salida hacia Arcade tras recorrer el tramo de la horrorosa carretera nacional plagada de tráfico, especialmente la incorporación al nudo del Pino.
En el repecho del campo de fútbol de Arcade ponemos a prueba el estado físico de Ligre y nos damos cuenta de que flojea. Ya no arrastra el plato como de costumbre; se queja de que el entreno con bici de montaña no hace favor cuando se coge la de carretera. Así las cosas, en la subida hacia el castillo de Soutomaior empezamos a jugar la baza psicológica: - Te acuerdas de aquella vez cuando nos diste leña en tal o cual sitio?, para acto seguido incrementar el ritmo y sacarle unos metros. Se trataba de llevarlo un tanto maltratado para que se fuese cocinando y no nos deparase una sorpresa desagradable. Se sucedieron estos comportamientos “sin nombre” en el último tramo de Amoedo y en el de Moscoso, en tanto que a Ligre ya le iba haciendo falta una mano amiga en el “lombo”.
Sabiendo las dificultades que el protagonista tiene en las largas bajadas amplias, nos tiramos hacia el embalse, aprovechando la inercia para iniciar la subida a Fornelos con lo que tuvo que hacer un extra para cogernos a la vez que decía que tenía que bajar dos quilitos del vellón. Pasa dificultades en la subida y de nuevo la mano amiga en la espalda. Llegamos al bar de Fornelos y mientras apretaba su casco contra la frente, un generoso chorro de sudor se derramaba en la acera. Casi sin darnos cuenta, la mina, libreta en mano, nos recibía en la misma acera para tomar nota del tentempié que queríamos. El Ligre se quedó estupefacto, como si viese una “aparición”. Ni casco, ni sudor ni cansancio, “pa dentro”. Tomamos asiento y, mientras hacíamos comentarios banales, Ligre, con la visión periférica que le otorgaba el rabillo del ojo, no perdía detalle de la mina.
Retomamos el camino hacia Forzáns y Ligre nos hace saber que vuelve por Pontecaldelas. Le llevamos suave, le indicamos que piense en “la musa del Olimpo” que había visto y se olvide de los dolores corporales, que entre recuerdo y “pajas mentales” cuando se dé cuenta estaremos en Aguasantas. Transcurre esta parte del recorrido con suavidad, Ligre tiene tiempo de “encender la radio” y cuando llegamos a la localidad citada, somos quienes de convencerle que siga hacia Carballedo. Envalentonado por la cafeína, repuesto con la tortilla y el montado de chorizo y ocupado el pensamiento por la “mina” llegamos hasta Famelga no sin la ayuda de la “mano amiga” que seguro le causó un moratón en la espalda.
En Carballedo, Javi nos propina una larga serie, sostenida pero no muy exigente. El Ligre, con dos cojones y “cosido” a rueda, sufriendo, aguantó como un jabato.
P.D. Me dice un pajarito que el referido durmió como un bebé.