domingo, 30 de marzo de 2014

Domingo, 30. Montaña.


Hoy resultó ser otro de esos días difíciles de pronosticar el tema meteorológico y que condiciona tanto nuestra actividad deportiva.
Tras el primer “juasa” de Álvaro, allá por las 7:20 h de la mañana me pongo a ver el cielo y aparece totalmente despejado hacia el Noreste; miro los mapas del Meteosat y observo que entran nubes desde el sudoeste, con lo que me voy al lado contrario de la casa y…, ahí estaban, si. A esa hora en Santiago ya estaba lloviendo y bien, con lo que apostamos por ir al monte.
Nada más llegar a la Alameda ros recibe un colorido apabullante de ciclistas que allí se citaron para hacer la marcha BTT de ciclos Farto. Daba gusto ver tamaña cantidad de aficionados a la bici. Al rato llega El Gaucho, maqueado a más no poder dentro del nuevo traje de la Peña, impoluto, luciendo “tipo” como nadie. En cuanto nos vio con la bici de montaña, cabreo morrocutudo, quejándose de que no le habíamos avisado; craso error, no leyó el wasap ni el blog y…, claro, así no se puede. Costó convencerlo de que no volviese para casa. Así las cosas nos pusimos en marcha  cinco amiguetes camino del Lago de Castiñeiras.

Elegimos una ruta bastante similar a la proyectada por la marcha ciclista antes comentada. Entre charlas y alguna broma vamos haciendo camino alternando la subida por caminos trialeros y pistas,”pateando” aquí y allá (Las fuerzas ya no son las mismas y las habilidades tampoco). La lluvia nos alcanzó en el mismo Lago; aquí otro reguero enorme de gente–se celebraba una competición de Orientación-. Desde el Lago bajamos hacia “La tía Adelina” sin más contratiempo que una caída de Alberto al que se le hizo estrecho un trozo de camino. Parada de rigor en la fuente de costumbre, merienda y chubasquero y reiniciamos el trayecto, remontando hacia el Lago bajo una lluvía heladora cuando Alberto, para más jodienda, sufre un pinchazo. Reparamos y proseguimos la marcha. Elegimos para bajar terreno rodeado de árboles por el tema del frío. Nos equivocamos de camino y, a la vez, descubrimos algún tramo nuevo. Bajadas técnicas y un tanto peligrosas por lo que de nuevo tuvimos que “patear”. Unos arriesgamos  más y otros menos pero al fin y a la postre, mojados como “pitos” concluímos el recorrido sin más contratiempos. En resumen, resultó ser una mañana divertida como las de antaño, eso si, con bastante menos gente.
Alberto y yo tomamos un café en el lugar de costumbre –buff, vaya charco de agua le dejamos a la pobre de la chica que nos atendió…-.  Ya camino de casa me acerco hacia Santa María  a hacer una gestión y allí están algunos de la 9:30. De salida como amigos, nada de nada. La gente iba llegando a cuentagotas. Anxo Armada con un cabreo de cohones dice: - ¡Isto non é una Peña nin merda, vou queimar o traxe! El tema a debate es manido; cuatro ciclistas de Sanxenxo que les esperan y les estiran la piel para quedarse en Portonovo y claro, entran al trapo y se monta la gran “desfeita”. En fin, no es más que un prexagio de lo que está por venir mediado el próximo Abril. El tema es que, como siempre, históricamente la PC Boavila, fue cañera a más no poder en las mañanas del domingo. La historia continúa.

Publicadas las rutas del mes de Abril

En la página correspondiente están.

domingo, 23 de marzo de 2014

El grupo de las 9:0 se está poniendo “muy caro”

Un montón de gente en la salida. Visto lo que allí había, Josiño, Paco Lago y un servidor no perdimos tiempo en esperar a que diese la hora y salimos raudos para subir a Poio a ritmo de calentamiento para que las piernas cogiesen el tono adecuado.

En la recta de Albar nos alcanza el grupo que venía enfilado. Nos acoplamos al mismo y a buen ritmo nos plantamos en la subida de Raxo; hasta aquí fue Antonio el que en mayor medida condujo al grupo. Como quiera que la diferencia entre los que allí vamos es notoria y a pesar de levantar el pie en las subidas, ciertamente para algunos de nosotros estos repechos se nos hacen “durillos” y como casi siempre “no llueve a gusto de todos” se produce algún que otro escarceo verbal referente al ritmo impuesto.
Subimos Sanxenxo a unos 22 km/h; el grupo seguía compacto pero de nuevo había que apretar el trasero en el sillín para no perder rueda. En el último repecho, camino de Vilalonga, es Balea el que se pone delante y nos tensa en la subida para después seguir a toda velocidad camino de la localidad citada.

Paso tranquilo de A Lanzada dado el ligerísimo viento del SO. No fueron necesarios los abanicos y juntos llegamos a Illa de A Toxa donde Para Tito, como de costumbre, para aliviar y hacemos el grupeto los de siempre, 6 unidades esta vez. Algo más de 32 km/h.
Proseguimos la vuelta a San Vicente sin mayores sobresaltos y llevados, casi siempre, por Tito quien muestra u buen estado de forma merced a la máquina “infernal” esa que se ha comprado y le permite hacer los entrenos sin tocar el asfalto. Nos propina una serie continua –no bajaba de los 35 km/h- desde a Lanzada hasta la Ermita.

En la subida de Areas, Josiño se rezaga un poco; yo que le veo, le animo a continuar aún cuando, una y otra vez me insiste para que me vaya, que él completa a su aire el resto del recorrido. Sin hacerle caso le “hago” la subida y hacemos en grupo la bajada.
En Samieira se lía la cosa. El Gaucho pone un ritmo jodón en la subida, la verdad es que hubo que aplicarse, pero justo en la cima levanta el pie y se produce un pequeño parón. “Voces de Ultratumba” de nuevo quejándose de esa forma de hacer la subida. No dio tiempo a que las voces se acallasen. El Gaucho sale a toda hostia, como poseído por el demonio. La aceleración que imprimió es tan brutal que sólo 4 de los 6 que éramos conseguimos coger la rueda y lo que, en otrora fue cordialidad, se encabronó de tal forma la cosa que tuvimos un café amargo.

En la llegada nos esperaban los “pros” de las 9:00 y escucho que allí también se montó un buen desaguisado en el trayecto de vuelta. En resumen, ir en el grupo de las 9:00 esta caro, caro… Podríamos aplicar aquello de: “Vale más ser cabeza de ratón que cola de león”.
Que tengáis buena semana y que no cunda el pánico, xD

sábado, 8 de marzo de 2014

La cena anual


Cuando, por las escaleras, iniciábamos la subida hacia el local donde iba a tener lugar el evento, teníamos la sensación de ir traspasando una barrera imaginaria hacia otro lugar. Las luces al pie de los escalones junto a la de las velas que las acompañaban hicieron que en el camino hacia el 2º piso fuese más un ejercicio de imaginación y sorpresa que el mero hecho de subir unos peldaños. En la puerta de entrada una preciosa bicicleta antequísima nos daba la bienvenida.
Describir las estancias no es fácil ya que el mobiliario, la luz, la disposición de los objetos se aparta tanto de lo habitual que habría que hacer un borrón y cuenta nueva para entender y apreciar la decoración y el montaje del lugar. La música se encargaba de crear el ambiente preciso para envolver a la mente y recrear la ensoñación.

Pasamos a una estancia donde nos reunimos para tomar unos aperitivos y mientras hacíamos los saludos de rigor, me quedaba pasmado ante lo que veían mis ojos y, confieso, no pude sustraerme a volver sobre mis pasos y recorrer toda la casa.
Después de un emotivo recuerdo de Rafa y Manolo Barros a cargo de Íbañez, llegó el “lacón con grelos” precedido de un rico caldo gallego. Destaco la elección del vino; empezando por el rosado afrutado de los entrantes y terminando por el tinto del final envejecido con aromas de roble.

“Triunfaste” Juan, no podía ser de otra forma.














 
 





 

En el Recuerdo


martes, 4 de marzo de 2014

IMPORTANTE PARA LA CENA ANUAL

Juanito nos propone que subamos directamente a su casa, a las 21:15 h de mañana viernes, donde nos tendrá preparado un "refrigerio" previo, de modo que breves minutos antes nos juntaremos en la calle, junto a la Cafetería Central de la calle Peregrina (Fuente de los niños).

Apuntados: Manolo Otero, Rocha, Ojea, Eladio, Eduardo, Miguelito, Alberto,Tino, Carlos, Ibáñez, Maga, Paquito, Moncho J., Ventín, Burgos Senior, F. Huelin, Tito, Pablo Pardilla, Víctor Rivas, Antonio Mouco, Mon.
Salud y fuerza para todos.

lunes, 3 de marzo de 2014

INTERCAMBIO DE LA ROPA DE LA PEÑA


Se abre este hilo con objeto de poder intercambiar entre nosotros algunas tallas de las prendas de la ropa recibida.
No tenéis más que dejar un comentario de la prenda que queréis cambiar con su talla y a su lado la talla que pensáis que necesitaríais.

Os anuncio también que se va a efectuar un nuevo pedido de ropa ya que hay compañeros que quieren alguna más. En breve se creará una nueva entrada para que podáis anotaros, aunque no estaría de más que si hay algún interesado empezase a dejar una "notita".
Saludos

"... Y eso que éramos amigos..."


En realidad la salida dominguera comenzó a gestarse, como casi siempre, el sábado por la tarde. Las previsiones meteorológicas dejaban claro que el amanecer del domingo nos iba a deparar una salida al monte y no fueron equivocadas. El que no cumplió fue el Gaucho; todo ufano él, el sábado, animando al personal y al final “falló el tiro” al no presentarse en la salida. Claro que, si “el tiro” fuese de otra naturaleza a buen seguro que dónde pondría el ojo colocaría la…, cosa.
Continúan los preparativos el propio domingo, allá por las 7:45 de la mañana. Intercambiamos mensajes para ponernos de acuerdo. Alberto dice que se queda en la “muma”. El Gaucho ni sabe ni contesta y Toñito se preocupa en demasía por cuál será el recorrido, “si voy a quedarme solo” y cosas así. Le apunto que ponga un recorrido “a su manera” y de esta forma los demás iremos tras él, cuales corderillos.

Salgo de casa con una ligera llovizna y me desperezo camino de la Alameda donde ya están Josiño Burgos, Ventín y Javi. Mientras esperamos que den las 9:00, entre conversaciones y alguna que otra pedalada para desentumecer las piernas, -las mías todavía estaban resentidas de la paliza que me propinó, el viernes por la tarde, alguien que consideraba amigo- llega Vituco justo cuando emprendíamos la salida.

Ventín marca la etapa de Vilarchán y pone proa hacia Joaquín Costa para, por carretera, llegar a la rotonda Marcón-Puentecaldelas. – Etapa de recuperación, pensaba tan feliz por mis adentros. Enseguida volví a la realidad. El tal Antonio nos mete un ritmo de subida por el Sagrado Corazón, Tanatorio, Cementerio de San Mauro…, como si la misma “muerte” le persiguiese y claro mis piernas clamaban piedad. Lejos de aflojar un poquito inicia la subida hacia la rotonda sin cejar en su esfuerzo, saludando, al paso, a los perros de las casas por las que pasábamos y de los cuales parecía que fuese un viejo amigo. –Seguro que lleva al menos media hora de calentamiento, me digo. Ni una palabra más alta que otra; eso si, por lo “bajines”, comentarios: “¡joder como le da el cabrón!”, “¡después llora!” y otras lindezas al estilo.

Salimos de la carretera principal y avanzamos por cerca de las canteras de Porfirio Diz. Ya ni llovía y seguíamos subiendo con el mencionado que seguía a lo suyo. Ya sobraban los chubasqueros, las gafas llenas de vaho y se abrían las compuertas de las chaquetas ya que aquello no era normal.

Subiendo hacia Vilarchán, cruzando el monte ese que tiene una subida cortita pero muy empinada, mientras alguien contaba las bondades que tiene la corteza de sandía para las relaciones maritales, es cuando el protagonista del relato sale de la cabeza y dice: -Pasad delante que esto yo lo subo a pié. ¡Hala, para chulo tú!. La subida la completan montados Javi y Vituco. Los demás empujando, unos más abajo y otros más arriba. Pensando que reagruparíamos en la cima, otro disgusto; Javi y Vituco no paran y, al contrario, emprenden el resto de subida hacia Vilarchán a todo trapo así que, de nuevo el corazón a toda máquina y las piernas gritando el “¡Basta ya!”
Recupero el resuello cerca de la casa de Eduardo (profe) mientras esperamos que lleguen Burgos y Ventín quien de nuevo pasa delante y la emprende, a golpes de pedal, por el llano que va por encima de los Petroglifos de Tourón. Bajada cuidadosa ya que la pista está destrozada por la lluvia caída estos meses y, lo reconozco, arriesgo un poco para encarar la dura subida hacia la fuente con algo de ventaja para que se me haga más llevadera. Vano intento, el Javi, que ya me lee la intención, no pierde el tiempo y me pasa a medio camino junto con Vituco. Unos 10 sg me meten en un pis-pas. Tiro con la bicicleta, aliviamos líquidos y enseguida llega Ventín y Burguiños; por cierto, ¿dónde quedó aquel Josiño que hace dos semanas daba la vuelta en el Castrove porque ya no podía más? ¿Sería que hoy venía atiborrado de la corteza de sandía y ésta, además de ser buena para lo dicho anteriormente tiene unos componentes apropiados para el rendimiento físico prolongado?

Subida tranquila hacia la pista principal, a partir de aquí el perfil del recorrido se torna un poco más favorable, con lo que pienso: - lo peor ya ha pasado. Solo fue una ilusión; Toñito se aplica mientras nos adentramos en el monte; bajamos rápido, se tensaba en los repechos, se reagrupaba en el llano, atravesábamos pozos de agua estancada “a lo loco” y nos llenamos de barro hasta los ojos; del culo y espalda ya ni comento. Por fin llegamos al asfalto donde Javi se lleva un buen susto cuando en una curva en bajada tiene que tirar de freno y a poco no se va por un desnivel al no disponer de freno delantero.

Nos esperaba aún algún sobresalto para no aburrirnos. En el abandonado circuito de cross es Javi el que nos mete una serie que nos deja tiritando a más de uno. Por si no fuera poco repite la maniobra desde la rotonda hasta el semáforo del campo de Marcón y es aquí donde Antonio dice: -¡Buff, esta serie me ha matado! - ¡Ya tardabas, la verdad! Tras un nuevo sprint en la gasolinera de Juviol, llegamos al lavado automático; dimos una buena ducha a las bicis y otro tanto de lo mismo a nosotros mismos para desprendernos de tanta porquería. Después de unas dos horas y tres cuartos de dar pedales dábamos fin a la mañana.

Última hora: el susodicho Antoñito se ha pegado hoy, lunes, de mañana, un partidito de paddel y “yo con estos pelos”. Mientras tanto ya he encargado un cargamento de sandías, por lo que pueda pasar.
Saludos