Domingo, 21

Por diversas circunstancias, nuestro grupo, en el día de hoy se puso “muy caro”. Una docena de unidades tomamos el camino hacia Arcade para, más tarde, dirigirnos a Mondariz. El fuerte calor que se presagiaba nos determinó a cambiar el recorrido para tratar de evitar el más que previsible fuerte calor de media mañana.

El tramo hasta Arcade se hizo de forma suave y además de ir dando tono a las piernas se aprovechaba para intercambiar comentarios de todo orden entre los que allí íbamos. Aprovechando que el semáforo de entrada a la localidad antes citada estaba en verde incrementamos el ritmo para aprovechar tal circunstancia y ya no se paró en toda la jornada. Así, en la subida a Amoedo, Tito Y Berto llevaron la batuta; esto último tenía que volver pronto a casa y ya nos anticipó que dado que iba a dar vuelta en Pazos de Borbén, nos iba a hacer sudar en la subida, cosa que así sucedió.

Como siempre la bajada de Pazos a Mondariz a toda pastilla. Se arriesga demasiado y olvidamos que por la carretera circulan coches, aunque sean pocos. A buen ritmo nos plantamos en Mondariz, comandando el grupo, según momentos por Álvaro, Tito, Isidro (sobre todo en los repechos) y Eduardo que muestra una excelente forma física. Ya no se para en la villa de los Balnearios; el café no existe ni se le espera. Una única parada en la fuente de Aguas Mondariz, el calor se hace sentir y la primera botella de agua toca a su fin. Encaramos la subida a Moscoso y a unos 2 km de la subida se van por delante Eduardo, Tito e Isidro; los demás les vamos viendo a golpe de vista. Atravesamos un tramo de carretera con el piso de tierra, ya que la misma está cortada por obras; El Gaucho coge un disgusto al meter su flamante bici por semejante camino de “sterrato”. Sobre el km 6 de la subida damos alcance a Isidro que se descolgó de los dos de delante. En el km 7.5 es Eduardo el alcanzado, mientras Titollega a la fuente con unos 15 sg. Tampoco se para aquí; en la cima le pido a Javi que espere a Ferrito, ya que Isidro viene más cerca. Hacemos una parada a la sombra de unos árboles en tanto llegan. El calor empieza a hacerse apabullante.

Desde Xunqueiras, el grupo se “embala” sin remedio. Gaucho manda en la bajada. Tensada en el repecho de Amoedo, no hay forma de subir a ritmo. Como comenta alguien, -“cando non é un é o outro”. Mientras Javi va “picando” al personal; animando a unos a correr más y diciendo a otros que no andamos un carallo. El tema es que vamos “quemados” hacia Arcade y ya en Paredes el ritmo vuelve a ser duro. En la subida hacia “El Edén” se afloja un poco pero ya es tarde para Ferrito al que no veo; en realidad no sé dónde se quedó, no avisó y al menos y no me di cuenta, tal vez fuese en el repecho de Paredes, pues otro lugar no entiendo.

Desde Figueirido a Pontevedra otra serie de Javi que allá, en el repecho de Fidauto, deja de rueda a Isidro que se esforzaba en seguirle.

Cervecita en la llegada y a la playa o a la sombra para mitigar semejantes calores.