Domingo, 31

Última salida del mes de mayo. Concurridísima presencia en la Alameda. Se trataba de hacer una salida larga y dura, en conjunto, los grupos de las 9:00 y 9:30. Desde luego fue lo uno y lo otro. Se llegó a Pontevedra pasadas las 13:15 y con muchos “daños colaterales” entre muchos de los asistentes dada la dificultad del recorrido, vamos, “despiezados” llegaron muchos de ellos.

Al margen, el grupo de los “jubilatas” nos tomamos la cosa con más filosofía, más que nada porque las fuerzas, a estas alturas, van pero ya no vuelven.
Pusimos camino hacia Cotobade a ritmo cansino para desviarnos por Borela hacia o Pé da Moa y pedalada a pedalada, chiste va y chiste viene, comenzamos la subida comentando el último Giro y especialmente la “gasolina” que leva el Astana, la cual, a todas luces es de un octanaje superior a la de los demás. Aunque uno no quiera ser mal pensado, no es posible el derroche que hizo ese equipo durante tantas jornadas y al completo. No vaya a ser que ahora pensemos que sus componentes son todos unos “figuras” de primerísima talla que, de repente, han eclosionado, así, sin más. En la subida, uno de nuestros acompañantes, tocado quizá por algún efluvio de la mentada gasolina, se metió dos o tres series dignas del mejor de los motores, en tanto que un segundo, por lo visto, hace uso de una carnicería, de la cual no suelta ni prenda, y degusta unos milagrosos filetes que nos maravillan cuando da pedales.

Llegados a Pontecaldelas seguimos pegado al río para enlazar con la carretera de A Insua para girar hacia Caritel. Subida a ritmo, sin sobresaltos y de nuevo las disquisiciones sobre la pócima mágica del druida Panorámix, el fondo de armario, etc. Rápida la bajada hacia el río y parada para el consabido café en Fornelos.
Retomamos el camino bajando hacia el embalse de Eiras y ascendemos por la carretera vieja que lleva a Barbudo para conectar con Moscoso y de ahí bajar a Pazos. Nos aplicamos a la tarea toda vez que ahora el terreno era favorable hasta llegar a Pontevedra y quemamos las fuerzas que nos restaban en el tramo llano de Figueirido.

En la llegada, Eduardo nos invita a completar con él la subida a la Escusa, ofrecimiento que es rechazado, no por nada, sino que ya estábamos completos. En plena forma este hombre y como él mismo dice, atravesando su mejor momento. Josiño va completando su preparación para la marcha de los Lagos. Toñito también en su mejor pico de forma, a mi modo de ver. Del señor mayor, ya no me quedan palabras… Ovidio, mejor que nunca y de Isidro, decirle que “no se venga arriba” so pena de enviarlo con el otro grupo. xD

Subiendo vídeo....