domingo, 7 de octubre de 2012

1ª jornada de la ruta del Sol

A pesar  de las dudas con el estado del tiempo, a primeras horas de la mañana, lo cierto es que quedó  un día magnífico para enfrentar la primera etapa de la Ruta del Sol.
En la salida nos topamos, además de los habituales, con Vituco al que hace 3 semanas que no le veíamos, Miguel G5 –casi 1 año, al menos-, Xurxo, otro tanto de los mismo, Toñito –algo más de un mes, Javier Mirón –se lo pasó pipa” y un ciclista del cual desconozco nombre y procedencia. En definitiva un numeroso grupo en el que también iba Javi, falto de entreno y con un virus gastrointestinal que le tenía a mal traer.
Por cierto, no echamos en falta a los ex –pros que nos acompañaron últimamente. El grupo fue llevado en la práctica totalidad del trayecto por Javi y aquí es dónde se nota la diferencia entre la gente. Lo que voy a decir no es, evidentemente, nada nuevo, pero conviene recordarlo de vez en cuando. Cuando Javi decide venir con nosotros se comporta como uno más del grupo: si hay que tirar en el llano, tira; en la subida, “panseniño”, que no se quede nadie; si hay que empujar a alguien, empuja; si se le pide que afloje, afloja, etc. En una palabra, no tiene nada que demostrar y se acopla con total normalidad. Claro que esto no es exclusivo, he visto a otras personas hacer lo mismo: Ojea, Quique, Pablo Pardilla, Sergio, Rocha, Eladio, Moncho, Eduardo, Miguelito…, quienes a veces coincidieron con nosotros, de otros no puedo decir lo mismo, de ahí que el personal celebrase la ausencia de alguno en nuestro grupo.
Otros dirán que el tal Javi, el domingo pasado no tuvo un comportamiento igual al que hoy describo y tengo que darles la razón. Por lo visto tensó sobremanera a algunos de los ex-pros camino de Festín hasta Pontevedra. Hubo gente que se quejó por hacerla sufrir tanto, pero…, me pregunto, ¿por qué se usa una distinta vara de medir a las mismas situaciones?, es decir, cuando alguno de los ex-pros nos hace “crujir” los dientes a los de las 9.00, está justificado, pero cuando un pro les hace “crujir los dientes” a ellos, entonces está muy mal. Me lo expliquen? En todo caso, sabed que pocas cosas son fruto de la casualidad y más bien cabe aplicar aquello de “donde las dan, las toman”.
Volviendo al recorrido de hoy, nada reseñable hasta La Lanzada, dónde se aceleró el ritmo de tal manera que algunos compañeros que cité más arriba, aún faltos de forma ,optaron por dar la vuelta, Toñito nos vino al encuentro por San Vicente. En este tramo Javier Mirón proclamaba, voz en grito: “no hay cojones a dejarme atrás en A Lanzada, no hay…”
Subimos directamente hacia San Vicente sin meternos en el Grove por aquello de la festividad local. Al salir a la carretera de A Lanzada nos cruzamos con los pros, quienes tuvieron que parar merced a dos pinchazos, -ya nos parecía demasiado el retraso-. Continuamos ruta en tanto que Álvaro y Javier Mirón se retaban para el Sprint de Poio. Por lo visto ya lo implementan para lo sucesivo. Tito toma para la Armenteira y Escusa.
Con Javi llevando a grupo, iniciamos la subida a Poio; sin embargo, cuando se va a producir el esperado y deseado Sprint, a Javier Mirón se le afloja el cierre de su rueda trasera con lo que la misma se queda frenada contra la vaina. Parada consiguiente y se va al traste el envite. Decir también que el ciclista que nos acompañaba por primera vez sufrió un pinchazo pasada la ermita de A Lanzada. Nos dijo que continuásemos ruta, algo que hicimos ya que, por otra parte, también nos metió un buen estirón allá por la gasolinera de O Grove, después de venir todo el tiempo atrás, cosa tampoco cayó muy bien que se diga por lo que no aprecié ganas entre el personal de pararse.
En la llegada 30,5 km/h de media y frescos como lechugas.

1 comentario:

  1. Muy buena crónica,además suscribo lo escrito por master.Con nosotros nadie tiene que demostar nada,y el que quiera sopas que coja una cuchara.Y mirar bien quien escribe.Por otra parte estuvo bien en no empeñarse en llevar a remolque a los que andamos menos,así da gusto ir con vosotros,con la tranquilidad de "si no puedo, bajo el ritmo y voy a mi aire"Otra cosa es que alguien se encuentre mal y dejarlo solo,que ese no fué el caso.Un abrazo,Antonio Ventín

    ResponderEliminar