"Faena de Puerta Grande: Dos orejas y,...ra..."

Penúltima de feria en la Plaza del Sol, y entre los "toreros" el incombustible Ojea, un verdadero clásico del toreo, un clásico y virtuoso que destaca por su clase exquisita y su técnica depurada. Un torero puro, sin medias tintas, un sabio de las distancias y los terrenos del toreo hondo y de la solemnidad. Su toreo es el de la verónica profunda, muleta templada y despaciosa, el cite de lejos, el natural largo, el de pecho de pitón a rabo, la trinchera, el trincherazo, la chicuelina,...Su repertorio es enorme, es un creador único, amante de faenas redondas, intemporales y, como tales únicas.

Pues bien, esta mañana y van,...volvió a salir airoso en esta difícil plaza que es la Ruta do Sol, una vez más consiguió un triunfo absoluto, el record de puertas grandes del célebre torero Antonio Bienvenida en la plaza de las Ventas con nueve salidas a hombros se queda pequeño. En el tercio de varas hasta el Grove no lució como otras veces e incluso tuvo un pequeño pinchazo en la ida en el repecho al pasar La Lanzada.

Pasada la hora del bocadillo, nuestro diestro Ojea salió dispuesto a poner la plaza patas para arriba y, al coger la muleta, la faena fue excelsa, empezó luciéndose con tres verónicas y una media, el público ya estaba rendido, en el tendido de los Cars, el torero al brindar el toro, pregunta al público, ¿qué quereis buena media o escapada?, pero estaba tan sobrado que consiguió lo primero y permitió lo segundo. Llegando a Areas, dos astados, Delfín y Alfonso, salen disparados, pero nuestro maestro ni se inmuta, como siempre se preocupa por su cuadrilla para que a nadie le falte nada, los toros son de cuidado como los de antes, pero es aquí donde en un alarde de templanza y faena redonda de principio a fin, imparte una lección magistral de más de 20 muletazos, la mayoría naturales, un auténtico trance artístico. Llegando a la subida de Poio, el maestro ve que los toros empiezan a rendirse y, es ahí cuando realiza una estocada definitiva, hasta la bola como se dice, que deja a los astados sin posibilidad de reacción.

Finalmente, la plaza es un clamor, el torero es felicitado por todos sin excepción, y como siempre en la rueda de prensa posterior se deja querer, el público lo aclama y sale por la Puerta Grande con dos orejas y rabo. El resto de los toreros se mostraron nobles y también realizaron una buena faena. Saludos para todos.

P.D. Al igual que alguna gente dice que vio torear a José Tomás o a Antonio Bienvenida, nosostros podemos decir que hemos compartido muchos días con nuestro maestro y mejor compañero Ojea. Gracias Campeón por ese toreo de siempre e intemporal.

Por cierto como sabéis, estos días no está con nosotros, el otro gran espada y rival de nuestro compañero Rocha, el cual, sigue recuperándose de la grave cornada que sufrió cerca de la Lanzada. El otro día hablé con el y está recuperándose pronto lo volveremos a ver. Un saludo Campeón.