Pues si, hoy vino Dios a vernos.

En la salida unos 12 ciclistas; de nuevo Toñito se evadió de la carretera invitando a un par de amigotes al Canteiro; entretanto y dado que llevábamos reaparecidos y un nuevo “elemento”, hicimos el viaje de ida unos 5 minutos después de la hora prevista y con total tranquilidad. En la Toja una media que no llegaba ni a los 28 km/h.

Ya de vuelta y a pocos metros de la salida del puente de A Toxa ya nos cruzamos con los pros; venían “trallados” tirados en ese momento por Sergio Burgos. –Si dan vuelta sin ir por O Grove lo íbamos a tener difícil el llegar a Areas antes que ellos, -pensamos. A media que avanzábamos hacia el cruce de San Vicente vimos a ciclistas aquí y allá, se nos antojo que eran “víctimas” del AVE. Allá, en el cruce de A Lanzada-Vilalonga nos topamos a Isidro que dio la vuelta y se unió al grupo. Lo cierto es que venimos tirando bien en el llano y bajadas para subir a ritmo de los que venían algo más flojos.

Después de conseguir culminar la subida de Areas-Raxó, nos dimos con un canto en los dientes al pensar que ahora ya podían cogernos y tratar de engancharnos en el llano –el viento era del Norte- y llegar hasta Poio, al menos. Pero en tanto que pensábamos llegó el gran susto de la mañana. Bajábamos a todo lo que podíamos hacia Raxó, cuando en la primera curva a la derecha se produjo el accidente; a Berto, junto al bache que está en plena curva, se le va una mano de manillar y se va al suelo cuando íbamos a unos 60 km/h. Gran ruido y consiguiente trompazo. Paran los que venían detrás, damos vuelta los que íbamos delante; paran los coches que venían detrás y señalizan el incidente a otros autos y allí está Alberto, atendido por los compañeros y por un matrimonio de la casa que está al pié. Aturdido, aún, nos dice que se encuentra bien, tan solo le duele un brazo y tiene abrasiones en nalga y pierna; el coulotte está hecho jirones, increíble ver como quedó; el windstopper de la chaqueta le libró de herirse en el tronco y brazos. Después de un rato se sube a la bici y es acompañado por Miguel_G5 y Paco Lago. En tanto, Álvaro que venía andando hacia el punto de la caída nos dice que se le rompió el cambio –yo creo que lo que se rompió fue el muelle del mismo-; el tema es que los ruedines se enganchaban el uno con el otro y era imposible que la cadena se moviese. De esta guisa y empujado por Isidro, el menda, Tito y Eduardo, conseguimos traerlo (80kg en “bruto”  y sin poder dar siquiera una pedalada) hasta la base de Poio donde esperó a que Josiño, quien se había adelantado previamente con Vituco, cogiese su coche y volviese a por él.

Ya en Pontevedra nos fuimos rápidamente a casa para que Alberto fuese atendido de sus heridas. Hace un par de horas que hablé con él y me dijo que se encuentra bien, no tiene dolores significativos más allá de las molestias de las abrasiones y en la palma de una mano; de modo que estén tranquilos sus f@ns porque “a vella non se vai aínda e a de “pino” que siga esperando”.

Nos enteramos también de que Miguelito_Trek tuvo un percance con una señal o algo parecido pero que tampoco se dañó, algo que también celebramos y agradecemos.