Cambio de cromos

Lo que ayer por la noche empezó como una broma, tomó cuerpo en la mañana de hoy. Allá por las 8.59 h aparecía el Boss en la salida; caras de sorpresa e incredulidad; Alberto que llegó sobre la hora ni siquiera se atrevió a acercarse al grupo. Arrancamos a las 9:03 por mi reloj, 9:01 según el de Ojea, en tanto que ponía un ritmo vivo por la Michelena oía decir a Berto. “Tino, non corras, hoxe non hai “bimbios”, lo cierto es que Manolo se quedó atrás y hasta entonces no pensábamos que iba a venir con nosotros.

Subimos Poio a ritmo y empezaron las voces: “¡Vaite, Manoliño, vaite!” Allá por Combarro, Josiño toma el mando del grupo y le comenta a Manolo: “Ahora vendrá Sergio de la Armenteira y das vuelta con él”, en fin, ni una cosa ni la otra, el Boss venía determinado a hacer el viaje con nosotros, así que a partir de aquí, cerrar la boca y apretar el cul…

En el repecho de Rajó, mientras Manolo se dedica a pillarnos un primer plano de los caretos que llevábamos, Eduardo marca un ritmo y se va delante y mirad que les decía: -Manolo no necesita relevos, - si afloja es para que no se quede nadie; sin embargo todavía había alguno que de cuando en vez se mostraba en la cabeza y lo que conseguía no era otra cosa que cansar al que iba más flojo.

En la subida a Sanxenxo, Tito imprime un ritmo muy rápido y aquí perdemos a Josiño (su estómago le traicionó hoy), Berto, Paco Lago y Pachú; todavía desconozco las causas del “desenganche” ya que el ritmo, aunque fuerte, no era para tanto.

Camino de Vilalonga, con el viento ya en contra, nos enfilamos y así seguimos hasta el Grove; Manoliño llevaba todo el peso del esfuerzo, ejem.., en realidad un paseo para él, pero bueno…

Damos vuelta a A Toxa y algunos se quedan en el puente para aliviar. En la salida de la misma nos topamos a Nando Huelin, el cual llegó un poco tarde a la salida y se pegó el atracón solito, traía una media de 30,8 si no recuerdo mal, en tanto que nosotros marcamos un 31,4 por mi cuenta, que como relatare al final no concuerda con otros.

Tras la vuelta a O Grove, nos metemos hacia San Vicente y tras subir las dos rampitas, Manolo nos estira a base de bien camino de Pedras Negras, mientras que Isidro toma el atajo de Balea; supongo que tendría un apretón o algo parecido, la cosa es que debía ser grande y el hombre quedó aligerado pues, cuando lo alcanzamos, tras la vuelta a S. Vicente, parecía un hombre nuevo.

En la curva donde hace unos años doc Ibañez tuvo aquella brutal caída, Huelin y yo nos tocamos y a punto estuvimos de tener un buen disgusto, menos mal que la pericia de uno y otro, al mantener la calma y despejarnos el trayecto nos mantuvo encima de la bici.

Al pasar la curva de Balea nos cruzamos con Álvaro que venía a nuestro encuentro; este hombre lo que necesita es cariño y la verdad es que nos echa de menos. Dio vuelta en la rotonda de O Grove y vino a nuestro encuentro. Al rato alcanzamos a neoIsidro. En la recta de A Lanzada, el Boss nos metió una serie que nos dejó tiritando, al punto que perdieron rueda Eduardo, un rapaz joven (no sé su nombre) y Tito que tomo rumbo a Vilalonga, Sines, Armenteira y Escusa (será “flipado” este hombre’); quiere coger fondo y me dice que está apuntando en su agenda las afrentas que le estamos haciendo y que cuando pueda empezar a entrenar nos va a regalar “pal pelo”.

En Portonovo se le baja la tija del sillín al joven que nos acompañaba, Manolo se quedó para intentar ayudarle, pero no fue posible y vino a su ritmo.

Subiendo Areas alcanzamos a un ciclista, pasado, pero pasado en kilos, pero vaya ritmo llevaba el gachó. Se metió a cola del grupo e hizo toda la subida para quedarse en la bajada, según pude ver en el vídeo; seguro que pensó que estaríamos “trillados” al vernos bajar a semejante velocidad.

Hicimos el resto del trayecto sin otra novedad reseñable más que un chorreo que le metimos Huelin y yo al Gaucho en la subida de Samieira (sube a toda pastilla y luego se para) y el flato que le dio a Eduardo allá por Combarro (Lo ví en el vídeo ya que no me enteré “in situ”). La media 32 km/h en el cuenta de Manolo y 31 en el mío. ¡Vale, vale, es el mío el que va mal! A todos os da de más.

Al cabo de unos minutos legan los pros con 35 y poco, creo haber oído, de media. En fin, las matemáticas no fallan; el tema es conseguir hacer 30 km/h de media, eso si, con todo el grupo entero, sin que nadie se quede.