Grupo de las 9:00 o el "Routier" de los ()()

Nueve ciclistas en la salida que iniciamos la marcha con tranquilidad, a fin de cuentas sabíamos que íbamos a ser jaupados si o si. Subida a Carballedo con Balea y Eduardo adelantados unos metros al grupo. En la cuesta de Famelga, Eduardo marca el ritmo y de nuevo vuelve a adelantarse unos metros junto a Balea, Isidro hace a subida con el grupo reagrupando arriba y ya en la bajada, Paco Lago se desvía en Aguasantas hacia Pontecaldelas.

Comenzamos a subir desde el cruce del río Verdugo y en este punto cada quien coge su ritmo; por delante se va Eduardo, Balea e Isidro mientras que los demás seguimos agrupados. En una de las curvas que hace la carretera divisamos a los tres de delante que caminaban separados (diría que el orden era Balea, Isidro y luego Eduardo, no estoy seguro).

En el grupo vamos comentando si le dábamos el bocado de los 6,6 km a la etapa o no (lo tenía estudiado a la perfección, como se muestra en las gráficas de más abajo) pero no hubo quórum suficiente, de tal forma que Tito, Álvaro y un servidor nos detenemos a coger agua en la fuente que hay a la izqda, antes de O Pelete en tanto que Josiño y “el routier” prosiguen la marcha. Soy el primero que se sube a la bici y les digo a Tito y Álvaro que ya me cogen enseguida. En la cima de la subida a Gabián soy jaupado por el primer grupo de los pros: Jácome jr., Miguelito y Quique encabezan el grupo; Manolo Ojea quiere darme rueda en la bajada para que alcance a Berto y Burgos a quienes llevo a un centenar de metros, le digo que no se preocupe que detrás vienen Álvaro y Tito, a lo que me responde que no los pasaron (deduzco por tanto que siguieron por el atajo); poco tiempo después me pasan 2 ciclistas que iban descolgados de los pros, diría que uno de ellos era Óskar y el Froiz que le acompañaba ni tiempo me dio a verle la cara.

De esta forma iniciamos el camino hacia la Cruz de la Portela Josiño, el “routier” y yo y.., sorpresa; en la cima de la primera cuesta de Pontecaldelas a Pontevedra nos encontramos a Tito y Álvaro parados, “pegando” en unos “pexegos”; nos cuentan que tomaron el atajo de forma equivocada, que cuando iban subiendo la cuesta de Cambeses a Borrateiros le preguntan a un lugareño si vieron pasar a unos ciclistas, como quiera que les contesta negativamente se dan la vuelta hasta que se topan con Rocha y Cía que también habían optado por el “bocado”, de modo que se dan la vuelta de nuevo y siguen con ellos un rato, al menos. En Santa Ana, segunda sorpresa, llega Eduardo, el cual se equivocó allá por Gabián y cogió una carretera equivocada y también tuvo que desandar lo andado. De esta guisa llegamos a PO y nos disponemos a tomar los consabidos refrigerios cuando llega la 3ª sorpresa: el “routier” (“cuasi” único culpable de todos los desatinos de la jornada) nos dice que no viene, que se le hace tarde y nos deja plantados como si tal cosa. Al poco llega Javier, cagándose en todo lo que se menea, diciéndonos que subió y bajo a Pontecaldelas 3 veces a ver si nos veía y nada.

En la mesa redonda, en torno a las cervezas, nos planteamos declararnos en huelga para las próximas etapas de este mes para mostrar nuestra disconformidad con el “routier”, ¡que lo sepas!