Domingo, 17. Grupo de las 9:00

Salimos de inicio 10 ciclistas a los que se unieron, ya en marcha, Balea y Fernando H. (a este hombre se le suelen “pegar” las sábanas y siempre llega justo, aún yo creo que igual lo hace a propósito y nos deja ir para aprovechar y hacerse una serie de 10 km, a fin de cuentas va sobrado).

Ritmo de marcheta en tanto que Ferro nos va contando algo del triathlon que corrieron el pasado domingo, no recuerdo ahora el lugar; otros conversaban sobre algo que tenía que ver con una semiesfera con unas gomas de plástico…??. La cosa es que subimos juntos hasta el llano que lleva a Pazos; en este punto Balea, Isidro y Fernando se adelantan, en tanto que los de atrás seguimos con conversaciones varias.

Como quiera que ayer, a las once de la noche, recibí una llamada con la encomienda de buscar un recorrido alternativo al oficial y que fuese inédito, allá busqué un desvío que se coge en la fuente que lleva a Festín y pasando por Lordelo te saca a la carretera de la subida a Pazos. Es un recorrido que se lleva bien, tiene un primer kilómetro y medio de subida al principio y luego bajas y llaneas hasta llegar al cruce mencionado. El único problema, a priori, era no coger los cruces adecuados y perderse, pero gracias al plano que llevábamos todo salió perfecto, por cierto, vistas maravillosas de las montañas.

Ferrito y Vituco deciden seguir hacia Mondariz, en tanto que los seis restantes nos fuimos a la aventura sin nada destacable que contar a no ser que Álvaro ya está cogiendo tono encima de la bici y pronto nos dará “pa tomar por el …”. Encantado venía de completar el recorrido.
Como quiera que le dimos un buen “bocado” a la etapa –Josiño decía que más que un “bocado” parecía una boda- decidimos ir hasta Placeres para “ablandar”. La cosa es que pusimos un ritmo fuerte porque al ver el reloj, no me salían las cuentas y calculaba que los pros ya iban a estar en la Alameda,cosa que así sucedió. Eso si, alguno de ellos “pasmado” por vernos llegar más tarde y no comprender que había pasado ya que no nos sobrepasaron. El entuerto queda aclarado.

Ojea, en la llegada, me da datos: 86 km a 34 km/h de media; impresionante la verdad. Nosotros completamos 87 km, pero claro, los 10 últimos nada que ver.