Nos dimos cita en a salida 6 ciclistas, Eduardo vino con la bici de montaña y al no encontrar a Rafa ni a Íbañez, nos acompañó hasta Curro. Cuando íbamos por Campaño nos dio alcance Isidro a bordo de su “cabra” y se ocupó de llevarnos la mayor parte del tiempo a su rueda.
Con tanto viento en contra decidimos, en Villagarcía, poner rumbo a Pontecesures y de aquí a Pontevedra.
La novedad fue el regreso de Alberto después de su convalecencia. Llegamos todos juntos, bien es cierto porque tanto Isidro como Tito, Josiño e Isidro se ocuparon de aflojar y esperar en las subidas, de otra forma, en mi caso, hubiese llegado bastante más tarde. El cuerpo no puede y no hay manera, aunque la cabeza mande lo contrario, a duras penas conseguía ir a rueda cuando Isidro “arrancaba la moto” en el llano.
Cabe reseñar la buena forma que mostró Alberto y Toñito, de los otros tres ya queda dicho.
En la salida de mañana me estoy planteando tomármela a mi aire, con lo poco que ando y que el jueves haremos una ruta por los Ancares, cagadillo me estoy poniendo.
La media fue cercana a los 28 km/h.
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