Tito, Ventín, Eduardo, Isidro y yo en la salida. Isidro nos deja en el puente de A Barca por un problema muscular. Ponemos rumbo a la isla de A Toxa sin nada particular que destacar; a ritmo todo el tiempo y sin sobresaltos. Después de la parada de rigor nos volvemos y nos cruzamos con los pros –también venían pocos-. Con la misma tónica llegamos a Pontevedra firmando una media de 29,6 km/h; eso si, Toñito ni se despeinó, llegó como una rosa, esa es la verdad.
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