Poca gente en la salida, tal vez las
gotas de agua que cayeron minutos después de las 8.00 h de la mañana
disuadieron a algunos para salir en carretera a las 9:00, de forma que seríamos
unas 11 unidades, entre los que se encontraba Eduardo (profe), el cual está
recuperándose de su lesión en el pié.
Hoy no concurrieron “invitados”, todos
nos conocíamos de siempre y no hubo sobresaltos en el recorrido lo cual no
implicó que el ritmo fuese fuerte desde la salida. Hacia O Grove se alternaron
en la cabeza del grupo Javi y Rocha; Eladio dejaba hacer y detrás nos
componíamos para ir a rueda. Tan solo “perdimos” a Javier Rivas ya que,
básicamente, no hace más que montaña y acusa el tener que ir en carretera con
el plato “cargado” desde la salida. Me dice que va a hablar con su “coach”, a
la sazón, Vituco, para variar el tipo de entrenamiento
A buen ritmo en los llanos y bajadas y
sin excentricidades en las subidas nos pusimos en O Grove con toda la formación
al completo, sólo cabe reseñar la rotura de un radio que tuvo Javi, en Areas.
Llegada la rotonda de la localidad antes citada, Edu, Tito, Paco y Josiño se
van hacia A Toxa, con gran desilusión por mi parte ya que, al quedarnos sólo 6,
sabía que me iba a ser mucho más difícil el “hacer la goma”.
Con Rocha, Javi, Eladio, Isidro y Eduardo (Montecelo)
iniciamos el camino hacia San Vicente rápido pero sin apreturas en los
repechos. Nos topamos a Balea cerca de la Atlántida quien dio la vuelta para hacer
camino con nosotros. Encaramos la recta de A Lanzada con una buena serie de
Javi la cual me deja “tiritando”.
Camino de Pontevedra, la tónica es la
misma, entran al relevo, además de los dos descritos, Eladio y Balea.
En el mirador de Sanxenxo nos cruzamos
con Álvaro –el Gaucho- acompañado de dos ciclistas más; iba maqueado, como
esculpido con el pincel de una artista; traje blanco y rojo, largo, sin mácula,
tal vez fruto de una “garchada” más que satisfactoria –ya nos contarás-, incluso
creo que llevaba una montura distinta a la habitual o tal vez fuese fruto de un sueño, tal era mi agonía en aquellos momentos.
Encaramos la subida a Poio. En la base,
Rocha dice tajante: - “Como amigos”; hoy no estaba Javier Mirón ni nadie que
quisiera autodedicarse “un momento de gloria” y de esta guisa y, el que escribe,
con una manito de Javi encaramos la subida mientras atisbábamos en lo
alto a los 5 componentes que se habían ido a A Toxa. Bajada meteórica hacia
Pontevedra, alcanzando a los aquellos en la tienda de Biciocon con una
media de 33 km/h según el cuenta de Eduardo (Montecelo).
Nos dicen en la llegada, los que se
metieron en A Toxa, que hicieron una media cercana a los 30 km/h merced al trabajo
de Eduardo (profe) quién, sin duda, esta mejorando de la lesión que todavía le
aqueja.
P.D.
- Para los que especulaban con que Berto no
nos acompañó por razones espureas, decir que el mismo salió al
monte. Se levantó más tarde de lo que correspondía y decidió introducirse en
O Castrove y disfrutar del paseo en solitario. En el café de
post-llegada lo encontramos.
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