Doctor Jekyll y míster Hyde

Muchísima gente en la salida, pasábamos sobradamente de los 20. Mención especial merece citar la “revenida” de Vicente, después de año y medio como él mismo apuntaba. Traía poco entreno, decía, pero muchas ganas de meter bulla. xD. Estaba Nico (convaleciente de una caída) y Pablo Pardilla que salía de una gripe.

A lo largo de la pasada semana, hablamos, unos cuantos, de constituir un subgrupo con los habituales para ir juntos y que no se quedasen tirados unos por aquí y otros por allá. Al final, nada, fue un desastre la cosa como más adelante relataré.

Se salió suavemente de forma que todo el personal tuvo tiempo de calentar convenientemente camino del alto de Poio. Hacia Sanxenxo eran Eduardo (profe) y Rocha los que conducían al grupo. El ritmo constante fue la tónica a pesar de los esfuerzos dialécticos de Vicente para “pinchar” al personal.

En Samieira se une al grupo Sergio quien traía de acompañante a un chaval también jovencito.

En la subida de Raxó pone ritmo Eduardo, cuidando de que todo el grupo fuese unido, no obstante un ciclista, vestido con equipaje de MAFRE, empieza a meter rueda al de delante  –igual pensaba que los que hasta ese momento tiraban del grupo iban escarallados- vaya uno a saber… Berto no pierde el tiempo y le dedica una primera “andanada” y se hace la subida sin perder ninguna unidad.

La subida de Sanxenxo tampoco provoca sobresaltos y hacemos camino hacia Vilalonga con los referidos anteriormente en cabeza más Nico, Eladio Y Javi que entraban al relevo.

En A Lanzada, Vicente da vuelta. En la llegada, Eduardo (Montecelo) me cuenta que tuvo que dar vuelta en ese punto, pues pinchó y tenía un corte en el centro de la cubierta tal que al dar aire la cámara salía por el mismo y no era cosa de continuar. Le acompañó de vuelta Pablo Pardilla (eso se llama solidaridad), y es que este chico es un ejemplo de buena persona, además de excelente ciclista.

El resto del grupo encara la recta montando el abanico que correspondía. Unos pros tiraban, otros protegían del viento a los veteranos; Nico lo hacía conmigo; Balea cubría a Berto, etc. Sin embargo, casi al final de la recta, el “MAFRE” que hasta entonces venía “escondido”, cual conejo, -triatleta en horas bajas, me cuentan- pega un arreón; no, no se pone delante para dar un relevo a los que iban tirando contra el viento, como parecería indicado. Pilla unos metros pero Nico, mosqueado, le coge la rueda y le pasa enseguida. No puedo contenerme cuándo le sobrepaso y le pregunto: -¿Por qué no te pones delante y sigues tirando?

En la rotonda de O Grove, Paco Lago se mete hacia A Toxa; me aparto como habíamos quedado y conmigo Miguel G_5 pero, nos faltan Berto y Tito. Berto no tarda en llegar y nos dice que Tito se había quedado en A Lanzada. Les digo que voy a avisar a Paco, al cual ya no se veía en toda la recta de entrada al puente, mientras esperan a Tito. Atravieso el brazo de agua e infructuosamente llamo a voces a Paco. Decido dar vuelta, “recojo” a Berto y a Miguel; llega Tito en sentido contrario y le decimos que dé la vuelta; ni caso nos hace, dice que va a A Toxa. Ante semejante “desfeita” y un tanto cabreado, (me descolgué del grupo para ir juntos y luego resultó  el “corral de la Pacheca”) decido tirar para Pontevedra con Berto y Miguel.

Allá por la gasolinera le refiero a Berto la frase aquella que él mismo acuñó: “Van sudar borro de choco para collernos”, referiéndome a los que habían tomado para San Vicente. Hicimos camino todo lo rápido que pudimos y por poquitos minutos llegamos a Pontevedra antes que ellos. Cuando lo hacen, se aprecia la desfeita. Al quedarse sin veteranos “plañideros” se monta la de “San Quintín”, desaparecen las “ataduras” y,  al igual que la pasada semana empieza la fiesta.

Me cuentan, en la llegada, que Javi imprime ritmo camino de San Vicente junto con Nico. Se producen, a las primeras de cambio los “abandonos” de Josiño y de Gaucho –mira que te venía diciendo que ahorrases fuerzas que se te iban a subir las tóricas-. La gente iba apretada y algunos se dan cuenta que el grupo de las 9:00 no es tal; hay un grupo de las 9+1, “. Es sorprendente la simpleza con que alguna gente, sin conocer al personal, confunde el hecho de se vaya a medio gas con el que ya no pueden más y llegado a este punto empiezan a dar la nota, aquí “hasta el más tonto hace relojes”. Evidentemente el personal se va calentando, empiezan a producirse los descuelgues de algunos y luego, en plena recta de A Lanzada les tensan la piel y se quedan tirados a la primera, ¡anda ya! Alegarán que están faltos de entreno, que inician la temporada y quién sabe que más cosas; como si Sergio, Javi, Nico, Pablo, Balea, Rocha, Eduardo, Eladio, Burgos, etc. estuviesen en plena forma. Cuando los referidos se pongan a andar, se van a hartar de verles la rueda trasera. Hubo también algún que otro incidente con llamada de atención al acompañante de Sergio ya que se hartaba de ir a rueda y en los repechos tensaba la cuerda para después dejar que otros tirasen y así hasta la siguiente cuesta. Destacar la etapa que hizo Vituquiño llegando con los primeros, a nosotros no nos sorprendes, que lo sepas.