Subida ao Aloia por San Fins

Unos días atrás decidimos, mediante invitación privada, realizar la salida a Tui, a las 8.30 h de la mañana para hacer la subida al Aloia por San Fins.  Alberto, Tito, Ventín, Javi y yo estábamos en la salida a la hora prevista; por motivos personales declinaron participar en el  envite dos compañeros más.

Como quiera que necesitábamos un “proto” que nos hiciese el camino en el llano, convencimos a Javi, con diversas artimañas, ya que todavía está recuperándose de su varicela y de las vacaciones de esta semana en la que tampoco pudo salir en bici. Era el momento ideal, todo salió cocinado según lo previsto…, menos una cosa: la dureza de la subida.

Javi  comandó el grupo hasta el desvío al Aloia por San Fins. Una vez que tomamos el desvío de la carretera N-551, Toñito nos dijo que él “a su ritmo”, en tanto que los demás hacíamos el camino de aproximación a ciegas, tal es así que nos colamos el cruce que inicia la subida y anduvimos unos 2 km, pasando Rebordelo, hasta que preguntamos a una señora y ésta, amablemente, se subió a su coche, nos hizo retroceder los 2 km y nos señaló la subida al alto.

El ascenso es tal cual al representado en el gráfico (9,5 km por la vertiente de San Fins, puerto catalogado de 1ª categoría, no así el que subimos habitualmente de 7,5 km y mucho más llevadero. Transcurre por una estrecha carretera con firme irregular lo cual hace más duro el camino. No tiene descanso alguno. Las rampas empinan según los porcentajes señalados y confieso que mi 34x28 se me hacía pequeño. Poco después de dejar la capilla de San Fins a nuestra izquierda, aparece una señal que prohíbe circular; naturalmente no hicimos caso y después de una dura rampa del 20% se encara la última, también del 20%, que te deja en el alto de San Fins; aquí, Alberto alzó la voz; se abrieron los cielos y bajaron todos los santos entre las maldiciones y blasfemias que se oían: “me cago en todo lo que se menea”, “eu dou a volta”, “Titoooo…”, “quen me manda a mín meterme nisto”, “si o sei non veño”, etc. El tema es que esta carretera enlaza con la que sube por Tui en el Alto de San Fins (484 m) y luego baja durante 800 m hasta la casa del ingeniero Areses para completar después  los últimos 2,5 km que restan para llegar al alto.

Bajamos por el mismo lugar para recoger a Toñito y encaramos el camino de regreso. Nos cruzamos con los Pros un poco antes de la gasolinera y de nuevo Javi nos pone ritmo. Ya en Cesantes, nos topamos a Burguiños que nos vino al encuentro y nos acompañó hasta Pontevedra, en tanto que Javi, por si no teníamos bastante, nos propinó una serie desde Figueirido hasta Pontevedra que nos desatascó la poca carbonilla que nos quedaba en el pellejo.

Comentar que para todos los que allí íbamos y que tenemos muchos kilómetros en el cuerpo, de lo que subimos, nada es comparable a este recorrido. Ni los Lagos, Ibañeta, Marie Blanc, Seixo, Chouzos, Pena Trevinca, O Cebreiro, etc. En fin, una vez y nada más.

 

A la derecha el cruce de la carretera general (N-501) con la PO-3001

 

A la izquierda el cruce que inicia la subida