Domingo 19. Grupo 9:00

Nos dimos cita once ciclistas en la salida; sin ninguna idea preconcebida iniciamos la andadura suavemente hasta la cima de Poio. A partir de aquí Isidro y Huelin, a quienes se les veía buena forma y ganas nos “ponen a andar” allá por los llanos. Como quiera que las subidas de los repechos se hacían a ritmo no tuvimos mayores problemas para plantarnos en la Vichona, si bien hay que reconocer que antes, de cuando en vez, Alberto le largaba alguna que otra directa a Álvaro por su afán de “empujar” demasiado en algún repecho. Después de alguna que otra disputa entre Eduardo y Gaucho en las “subidiñas”, el grupo no alteraba el ritmo y eso hizo que fuésemos si apreturas.

Encaramos la recta de A Lanzada alternándonos en la cabeza del grupo Isidro, Huelin, Javi y un servidor, si mal no recuerdo y sin contratiempos llegamos a A Toxa; aquí me cuentan que Paco Lago se fue hacia Dena. La media era de 31,4 en mi cuenta y casi un kilómetro más en la de los otros.

Paramos en la isla Tito, Javi y yo; aliviamos vejiga y nos metimos algo de merienda; entanto Isidro y Huelin nos esperaban en la rotonda del campo de Golf, los demás seguían camino de forma que cuando encarábamos la entrada del puente, observaba que ya, en la salida, Alberto, Bale y Pachú tomaban para Pontevedra, al igual que hizo Tito mientras que los seis restantes, a saber: Javi, Nando, Eduardo, Isidro, Álvaro y yo, tomamos hacia el Grove para dirigirnos a San Vicente; por cierto que en ese punto Eduardo se despojó de toda vestimenta de abrigo y se quedó con el maillot y coulotte corto, -sobrado de calorías anda este hombre-.

El resto del recorrido fue de total entendimiento entre los seis. Según las zonas entramos a relevos continuos, no sin antes explicar el funcionamiento del mismo –A ver si Rocha aún conserva el vídeo-, de forma que no nos molestásemos unos a otros a la hora de entrar y salir del relevo, y en otras hicimos relevos más largos según las fuerzas que llevábamos. En este punto quiero subrayar algo, que no por ser desconocido, se hace bien, veamos, no tiene sentido que alguien se pegue un relevo de 800 m, pongamos, y que cuando se inicie un repecho alguno de los que vienen a rueda empiecen a incrementar el ritmo en el mismo de forma que el que se pegó el relevo largo eche la bilis para coger rueda; en 2 o 3 ocasiones me sucedió esta historia.

Manteniendo la colaboración descrita llegamos a Poio con el arreón clásico de Isidro en la 1ª subida y el del Gaucho en la 2ª,aunque en ésta, Javi le robó la cartera” en la cima.

Llegada a Pontevedra, todos juntos y tras unos minutos llegan 3 ó 4 de los pros y un poco más tarde el resto del grupo. Llegaban con una media superior a 36 km/h, me dice Mon y a mí no me cuadraban la cosa  si me fiaba de mi cuenta, el cual señalaba 30,6 km/h; de forma que definitivamente daré por cierto que mi trasto cuenta de menos, ya que ciertamente no es normal que el mío esté bien y el de muchos mal. Señalar, como anecdotario, que el último día en que el Boss vino con nosotros, su cuenta daba 32 km/h y el mío 31; eso si que lo recuerdo.

Tampoco llegué a comprender una conversación que el Gaucho tuvo conmigo allá por S. Vicente en la cual me comentaba no sé qué cosa de un palé, que si traía muchas unidades, que si había que comprarlo todo junto, que él sólo levaba miel, limón y no sé que más…, en fin, ya me lo explicarás cuando nos veamos sin la presión de ir montado en Bici. xD

P.D. Rafa Córdoba me preguntaba, en la llegada, qué había sido de Ventín y como quiera de que no te vi por parte alguna, a ver si entras y nos explicas por dónde anduviste; la verdad es que es todo un dilema lo tuyo. ¿Tal vez fuiste a la marcha de Biciocon?