Domingo, 22. Grupo de las 9:00

Buen ambiente en la salida con +/- 15 ciclistas. Nada más llegar se acerca a mí Rafa Córdoba y me da una serie de consejos de como tratar a Toñito; la verdad es que me viene diciendo que le arreémos “candela”, pero cuando Ventín se acerca cambia el discurso y dice que le cuidemos, que le tratemos bien, etc.

Iniciamos la salida con tranquilidad; Miguel marcó el ritmo hasta la cima de Poio; nos tiramos hacia abajo y en la recta de Poio, Isidro nos propina no un relevo sino una serie en toda regla; empiezan los primeros “laios” al ver, la gente, que así no llegaríamos muy lejos, (más tarde nos enteramos que en la bajada le revienta la cámara, supongo que sería a Diego y se quedó con él Ventín para ayudarle).

Ya mejor organizados seguimos camino llegando al Grove con una media de 29,5 km/h, en mi “cuenta”, algo más en alguno que otro. Después de tomar el desvío para San Vicente, 5 o 6 componentes toman el primer atajo en tanto que los demás lo hacemos en el 2º. Se suponía que los primeros nos tomarían algo de ventaja, pero se equivocaron y cogieron el cruce de las dos subidas con lo que, al final, acaban entrando a la carretera principal detrás de nosotros; alguien se da cuenta en la Lanzada y les esperamos mientras nos cruzamos con Quique, más tarde con Miguelito y Pablo_fp3 y casi, en el cruce con A Lanzada, a Alvaro. Traía un cabreo de cohones, un problema mecánico le hizo perder rueda allá por Vilalonga y ya no pudo conectar. Como quiera que nos metimos con él nos empezó a dar arreones aquí y allá, sin contemplaciones, como si nosotros fuésemos los culpables de sus males. De nada sirvieron los esfuerzos de Miguelito ni los míos para que desistiera en su empeño (sic). Seguimos juntos en la 1ª parte de la subida de Areas; en la 2ª Nando H. pega un demarraje y arranca hasta la 1ª rotonda, la gente se pone nerviosa y el grupo se corta. Nos quedamos en cabeza unos 5 y alguien propone que nos larguemos. No hacemos caso excepto Pablo y el ciclista de chaqueta roja (no sé su nombre) y Álvaro que les sigue a unos metros. Una vez agrupados, en el llano, alcanzamos a éste antes de la gasolinera y a los dos de delante poco después. En Samieira Tito y Nando se van a la Armenteira.

Negociamos la subida de Poio para hacerla a ritmo, no obstante Isidro pega un “landrazo” en la 1ª y se va a toda leche, sale a su rueda Pablo y más tarde Gaucho. Los restantes seguimos a ritmo (Miguelito echando una mano, como siempre) y alcanzamos a Isidro justo antes de la cima y a los otros dos en la entrada al puente de la Barca. 29,5 km/h en la llegada.

Destacados:

- Alberto: ¡Quién te veía el jueves y como viniste hoy!

- Josiño: sin palabras, asombroso el cambio.

- Huelin: no sigas entrenando más, ya te vale así.

- Vituco: no tiene precio la labor que estás haciendo con Javierito, supongo que habrá alguna comidita de por medio.