Nadal, así lo vi yo

28 km/h era demasiado poco para tanto percherón; ni día de Navidad ni “jartos de vino” seríais capaces de ir tan despacio en la Ruta del Sol; 30 km/h, estimaba yo, sería un milagro; al final 32,2 según mi cuenta y 32,8 en el de Nando H.

10:00 de la mañana, treinta y tantos ciclistas en la salida atendiendo a la propuesta realizada por Miguelito, la verdad es que era una ocasión de oro para viajar en compañía de los pros y no quedarse en el intento. Observo la llegada del Boss con la cabra, enfundado con la ropa del equipo en el que corre, algo que no me causa mayor preocupación, al contrario, supone una garantía más para el control del recorrido.

Nos ponemos en marcha, Josiño tranquilo con un gregario de lujo, Sergio (su hijo); -así cualquiera-, alguno que otro de las 9:00 entablando amistades por aquí y por allá por si la ocasión lo requería. Se rodó siempre a ritmo, ni un tirón; si acaso, en alguna ocasión, se subió la cadencia, fruto de la marcha normal de los que se iban relevando que por ganas de quebrarla.

Noté muy mejorado a Isidro con respecto al pasado domingo, no obstante malgastó gratuitamente algunas fuerzas en algunos repechos siendo llamado al orden justamente por amiguetes de las 9:00. Hay que pensar de que si los pros nos pegan un arreón en alguno de los repechos nos quedamos más solos que la una, o si o si.

Placenteramente llegamos a A Lanzada; con el ligero nordeste tratamos de coger sitio en el abanico que se preveía y rodar cerca de la cabeza del grupo, algo que resultó sencillo ya que los pros nos dejaron circular, durante todo el recorrido, de la mitad para arriba, lo que hizo que no fuésemos víctimas de calentones ni de tener que hacer la goma. Sin embargo , unos 400 m antes del cruce de San Vicente, creo recordar que Javi (Biciocon) y unos 4 o 5 más aceleran el ritmo más de lo previsto y se produce un momento delicado para algunos (no cuento quienes fueron pues, en ese momento, yo sólo veía el manillar). Reagrupados unos cientos metros más adelante proseguimos hacia A Toxa; en este lugar, Berto da la vuelta sin entrar a la isla (Berto, tienes que olvidarte de las que pretendes sean suaves salidas del sábado, al final siempre te acabas liando con alguien y el domingo te las paga el cuerpo; a ver si aprendes, que ya tienes años).

Después de rodear la isla y tomar el puente de salida de la misma, casi nos “esnaframos” contra un numeroso grupo de ciclistas que estaba en mitad de la curva, -juer, si eran de los nuestros-, supongo que habían parado allí para aligerar vejiga, es decir, disipar los cubatas y excesos de la noche anterior.

En Portonovo nos topamos a Manolo en moto y pretende ponernos el ritmo en la subida, -¡si supieras que bien íbamos con el ritmo que nos ponían los pros…!. En Sanxenxo nos espera Javier Mirón y se une al grupo. En Areas la moto va en cabeza ahumando a los que vamos detrás, quejas aquí y allá, pero es que estos cascos de hoy en día aíslan el sonido que es la leche; alguien aprovecha la ocasión para agarrarse a la moto circulando en medio del grupo, ¡lo que faltaba!, si es que no nos pasa nada porque Dios no quiere. A ver si lo entendemos de una vez: la moto a cola y remolcando a los que se vayan quedando y no al revés, y cuando se suba a alguien, por la izquierda, fuera del grupo. En este lugar Alberto se une de nuevo al pelotón.

Transcurre el camino sin nada relevante hasta que, después de la subida de Samieira, ¡de nuevo la moto!; pone un ritmo de unos 45 km/h y a su rueda se meten unas 6 o siete unidades, ni lo recuerdo; sólo sé que me pegué un “empache” de dar pedales durante unos cuantos km sin un puñetero relevo; de nuevo quejas aquí y allá; conectamos en Combarro y le metó un buen “chorreo” al piloto; el grupo se había cortado y merced a que los de delante minoraron la marcha volvieron a entrar nuevo. Antes de la subida a Poio, cuentan en la llegada que Pachú pincha y así fue pues llega al cabo de un rato con Miguelito y Nando que supongo pararon a ayudarle.

Para terminar, he de reconocer la labor del Boss, Miguelito Trek, Sergio y algún otro por los empellones que le dieron a quien los necesitó; al team G+B, a Kike (siempre con su sonrisa sempiterna), Moncho, Pablito (que se aguantó las ganas de “brasear”), Roi, Eladio (al que vi con algo más que “un puntito” y otros más, a los que no cito porque no sé su nombre, por hacer que este día fuese distinto.

P.D. El que quiera aclarar o rectificar algo que use los comentarios al pié; es lo que tiene la subjetividad.

Buena semana y no entrenéis mucho; el próximo domingo toca "A subida ao Canteiro" como es tradicional en Año nuevo.