Grupo de las 9:00. Retrato "novelado"

Procedo a relatar en texto lo acontecido en la etapa del grupo de las 9:00; al parecer hay gente que prefiere el relato novelado, aparte de las imágenes.

Nueve ciclistas en la salida; ritmo constante en el alto de Poio, más fuerte que suave, eso si. Bajada de Poio sin contratiempos para encarar el llano hasta Raxó. Durante este tramo, Isidro, Miguel y un servidor, por aquello de llevar la cámara y filmar al personal fuimos llevando al grupo.

En la subida de Raxó pone ritmo Miguel, si mal no recuerdo; no era durísimo pero hacía pupa. Josiño se retrasa un poco – sale de una gripe, no puede entrenar al ser los días muy cortos y cada siete días luego toca sufrir más de la cuenta. De esta forma, Isidro le da rueda y yo mismo me dejo caer para animarlo un poco.

En la subida de Sanxenxo, de nuevo Miguel pone ritmo; se sube a 20 km/h, lo cual hace que nadie pueda dormirse. En los llanos de la Vichona se va a buen ritmo, Isidro, Xurxo y el de la cámara vamos pasando aquí y allá.

En la subida de Villalonga se “escaralla” el grupo. Isidro, Vituco y Xurxo disputan, ya cuando la cuesta se suaviza, quién llega antes a la zona del semáforo. Apretamos el trasero para no quedarnos atrás y observo, ya en la bajada hacia la Lanzada, que el grupo se corta. Dejamos de dar pedal y entran todos menos Burgos; doy una vuelta a la rotonda de La Lanzada y le espero; se pone a mi rueda y me repite una y otra vez que me vaya, viene demasiado abrigado y el sofoco le puede. Firme, comenta que va a dar vuelta en la primera de las rotondas y que siga hacia delante. Recojo a Alberto que también se quedó a esperarle y lo pongo al corriente a la vez que nos aplicamos para coger a los que iban delante.

En la rotonda de O Grove, yo que voy delante, tomo recto para dirigirnos a S. Vicente; se oyen voces que dicen que a La Toja, así que damos vuelta. Paramos junto al Gran Hotel para aliviar necesidades y avituallarnos y luego salimos hacia Pontevedra, pero llegando, de nuevo, a la rotonda de la carretera general, unos dicen, ahora, que a S. Vicente. Paco Lago continúa hacia Pontevedra y el resto subimos la cuesta para desviarnos, más tarde, al dichoso San Vicente. Subimos las dos primeras tachuelas a un ritmo jodón, la cosa se iba calentando para explotar en el llano con las tres cuestecillas de antes de las casas del final. Creo que aquí Vituco es el que pone ritmo a toda pastilla, junto con Isidro y Xurxo (si no es así, corregidme); el estirón es de órdago a lo grande, por lo que al llegar al llano, aparecen las voces de ultratumba, de nuevo, cagándose en todo. La realidad es que los mismos que íbamos allí éramos los mismos de otras veces, a excepción de Vituco, y habíamos conseguido salir y llegar todos sin sobresaltos y a ritmo.

Camino de la Lanzada el ritmo se acelera, quizá más de la cuenta en alguno de los repechos. Alberto, cabreado, nos manda a aquel lugar por donde se descargan los camiones y hasta los ()() de nosotros, se queda atrás aposta. Isidro, entretanto, nos enfila en el llano de la Lanzada; cuando llegamos a la primera rotonda me percato de que falta Miguel y Berto; doy la vuelta a la misma y pasa Miguel; alcanzamos al grupo en la 2ª rotonda, le comento a Álvaro que Alberto no se ve y decidimos dar la vuelta. Retrocedemos hasta el enlace de la vía rápida y nos juntamos los 4. De esta forma seguimos a Pontevedra, esta vez a ritmo, sin tirones. Cuando comenzamos la subida de Areas somos alcanzados por los pros, de nuevo me digo: - Juer, unos segundos más y nos pillarían en la bajada y haríamos el llano con ellos. La cosa es que el descanso de la pasada temporada, las lluvias o lo que fuese, los pros no estaban para mucha fiesta; el que más o el que menos venía ya cansado, lo cual hizo que pudiésemos aguantarles en Areas, Raxó y Samieira sin mayores problemas con la excepción de Miguel que perdió rueda en Raxó según ví en el vídeo.

Justo en la primera subida de Poio, alcanzamos a Isidro, Vituco, Xurxo y al otro compañero (no sé su nombre); se quedaron sorprendidos al vernos metidos en medio de los pros. Aguántamos bien la subida (había instrucciones muy concluyentes para que se hiciese a ritmo) y juntos llegamos a PO.