Con los habituales en la salida sin Ferrito y con la reaparición de Luis, salimos a la hora prevista. Isidro, que va sobrado el tío, pone ritmo dirección a Arcade, con sentidiño y controlando para que el grupo vaya unido. En la subida a Arcade se rezaga un poco Burguiños, –el pobre no puede salir más que de domingo en domingo y esta circunstancia le hace ir sufriendo más de lo que cualquiera pueda soportar-. Le espero en la cima y a pesar de que me manda seguir, alcanzamos al grupo en la bajada. Creo recordar que llegando a Redondela Álvaro y Tito se van un poco por delante y suben los Valos juntos; el grueso de la gente les sigue a unas decenas de metros, mientras que por atrás me quedo con Burgos y vamos subiendo a su ritmo; a media subida es Vituco el que se deja caer y nos da rueda hasta el alto. Aquí el grupo ralentiza la marcha y nos unimos en el cruce de Nespereira. En la subida hacia Amoedo es Isidro el que se ocupa de que Burgos siga con nosotros y se convierte en su escudero de lujo; de nada sirvieron sus lamentos para que le dejásemos ir a su ritmo.
En el cruce de Amoedo nos dejan Miguel, Paco y Burgos, los demás seguimos la ruta y vamos haciendo camino. El ritmo de las subidas lo pone Eduardo y las bajadas son tarea de Isidro y El Gaucho, -al cual en breve le vamos a preparar el pasaporte para que “embarque con los de las 9:30-; por cierto, pide que haga constar que cuando alguien lance las “velas”, o sea, las mucosidades, lo haga por debajo del sobaquillo, ya que, no se sabe la causa, tiene una querencia especial para convertirse en diana de las mismas. De esta forma seguimos completando el recorrido frenando de cuando en vez al “Gaucho” para que se someta al ritmo del grupo ya que traía la “fendedora” y le resultaba difícil contenerse.
A unos 200 metros del alto del Campiño nos “jaupan” Mon, Delfín y otro ciclista al que no conozco. Iban ciegos, ciegos, yo creo que ni saludaron y si lo hicieron fue simple y leve; supongo que en su cabeza estaba no jauparnos a nosotros, sinó meterle tiempo a los que venían de detrás. Una pena, por 20´´ se hubiesen quedado con la miel en los labios. En todo caso el “jaupamiento” no es muy indicativo, ya que si Isidro, Álvaro, Tito, Vituco y tal vez Eduardo no llevan al grupo compacto y se van a su “bola” desde luego no les pillarían, de ahí que parece que hay que imponer una nueva táctica de carrera. Los más fuertes que se vayan y defiendan “el pabellón” de los de las 9:00 en tanto que los demás haremos de “carnaza” para los “pros”.
Con una media de 26,7 km/h y 64 y algo de km., llegamos a PO para dirigirnos a Marín y estirar un poco.
El otro ciclista era Pablo Dapena, un ex nadador reciclado a triatleta de 21 añitos, a mi me salieron 70 km,..... y creo que eso te dije en Vialia
ResponderEliminarMon dijo:
ResponderEliminarUn par de cosas, primero yo no iba ciego y saludé (siempre saludo), en cuanto a los kms, a mi también me salieron 70 km. Un saludo
Corrijo lo de los 70 km; yo si que iba ciego.
ResponderEliminarPor cierto, si no parasen a mear algunos en Caritel os hubiésemos dejado con la miel en los labios y ya no estaríamos discutiendo sobre saludos. xD.
Ah, y no te mosquées que os tomáis todo en serio, jeje. Tino
Tino cuando os dejé en Rosalía de Castro me subí a la Escusa, bajé por Armenteira,San Martín de Méis,Mosteiro Pontevedra,al final me salieron 127 kms. media de 25,
ResponderEliminarUn saludo Eduardo.
Alvaro no te olvides de ver el video de bicis clásicas en Ciclismo a fondo.
x Eduardo: No me cuentas esas cosas, anda, que se me cae la moral al suelo.
ResponderEliminarSalu2
Sodes como rapaces.
ResponderEliminarTino,cuando os deje el Domingo me fui a tomar un cocido .Salu2
ResponderEliminarPues espero que te haya aprovechado el cocido, sin embargo la gente no sabe quién se lo comió. Olvidaste dejar tu nombre. xD. Tino
ResponderEliminar¡¡ hayyyy como escuece ufff. xD xD xD.
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