Os preguntaréis a que viene el título del artículo, pues bien…
… UN, porque ha sido en que ha llevado al grupo en, al menos, el 90% del recorrido.
GRANDE, porque, consciente de ser el que más en forma está de todo el grupo, ha ido detrás del grupo, en medio y delante, controlando que no se quedase nadie, sabedor de que podía empujar al que iba justo y llevarlo al grupo cuando y como quisiese.
CHEO, porque sus fuerzas no se terminaron ni aún cuando la etapa tocaba a su fin. El arreón que pegó en la cuesta de Raxó –estaba previsto de antemano, yo así se lo propuse allá por Cambados- saliendo como un tiro, tenía como fin que nadie osara fracturar el grupo en Poio. Dejó claro quién, si llegase el caso, iba a coronar el primero.
Salimos los habituales, sin Vituco ni Ferrito. El 1º suponemos que por temas del curre y el 2º está a la espera de la “cuchilla” por enésima vez, desde aquí el ánimo y el deseo de que todo te vaya todo bien y que cuando te recuperes no vengas a dar por el “orto”, pues viendo como dejaron a Alberto, miedo me da tu vuelta. Contamos también con la presencia de Quique, el cual empieza a entrenar de nuevo después del obligado descanso de la temporada pasada.
Fuimos agrupados todo el recorrido, llevados por Isidro prácticamente todo el tiempo. En la subida al Pousadoiro, alguien, allá en el cielo vino a vernos a los que íbamos más justos, y Álvaro sufre la rotura de un radio. Se paran unos cuantos y Paco Lago da la vuelta para dejarle una llave del 5 para poder sacar una zapata y liberar la rueda, lo cual nos permite hacer una subida con toda calma para esperarles en la cima. En Vilagarcía, “El Gaucho” toma para Pontevedra, frustrado con las averías domingueras que le están persiguiendo. Desde el puente de la Toja hasta Cambados es Quique el que releva a Isidro. También lo hace en alguna ocasión Nando Huelín Y Tito, según me parecía ver desde la carbonera. Eduardo hace la subida del repechito de entrada a Sanxenxo, junto con la bajada; en el inicio de la subida de Areas se nos une Juanito Sokoa que da la vuelta y se vuelve con nosotros para meternos una puyas dialécticas a más de uno; Huelín se encarga de poner un ritmo perfecto en la subida de Raxó, tan bien lo hizo que en las cercanías de Poio, se oían voces coincidentes que clamaban: “La subida que la marque el doctorsito”, y así fue, un deleite para terminar la jornada, 29,3 km/h.
Notas:
Josiño: no entrenes demasiado, ya vas bien así.
Nando H.: tampoco te pases, no eres el mismo de hace 2 semanas.
Paco Lago: ídem de ídem.
Miguel: más de lo mismo; hoy no te oí quejar.
Ventín: A ver si te dejas ver en la salida.
Miguel: más de lo mismo; hoy no te oí quejar.
Ventín: A ver si te dejas ver en la salida.
Si es que al final ya me estoy viendo quedándome solo. xD
No hay comentarios:
Publicar un comentario