lunes, 27 de junio de 2011

Etapa Aloia. Grupo de las 9:00

Entre el triatlhon y/o el día de playa, la cosa es que tan sólo salimos siete ciclista, entre ellos Balea. Vituco me pide que haga cuentas acerca de la hora de vuelta, ya que tiene que empezar a trabajar temprano en el turno de tarde, le contesto que a las 13:00 +/- y cogemos rumbo a Tui.

El peso de la ida lo llevó Balea con ayuda de Isidro y Tito de cuando en vez. Como quiera que el pedaleo de Balea es redondo y sin cambios de ritmo pudimos sostenernos en el grupo los más “flojainas”. Con todo llegamos al pié del Aloia con 32,5 o 33 km/h según el cuentakilómetos de cada quien.

Al comenzar las primeras rampas del Aloia, se decide poner tramo libre, y así suben en las primeras posiciones Balea, Vituco, Eduardo, Isidro y Tito que aún saliendo el último llega a la altura de Balea y Vituco y los tres hacen “cumbre” en grupo. Po detrás yo subo con Alberto, el cual acusa dolores de espalda y no se siente bien. En la bajada nos reagrupamos de nuevo, y en la fuente nos encontramos a un ciclista al que yo confundí con otra persona, no le reconocí, la verdad. Se trataba del jovencito aquél con el que compartí hace un mogollón de años alguna que otra fatiga; tenía entonces veinte y pocos años y en la peña le conocíamos por el pseudónimo de “Lejarreta” dado el parecido físico que tenía con el ilustre ciclista, así pues, desde aquí nuestras felicitaciones por el reencuentro. En fin, supongo que sería cosa del cansancio y no de la vista el no haberte reconocido, que se le va a hacer.

Al comenzar la bajada nos cruzamos con los “pros”; subían “a degüello”. Allí no cabía otra consigna que la de “maricón el último”; caras de sufrimiento y cada uno dando lo que podía.

Tito, que bajaba el primero, se come el cruce a la izquierda que te lleva a Tui-norte e Isidro y el que escribe le seguimos por lo que tenemos que meternos por todo el centro de Tui. Sabedores de que iban delante, tuvimos que intentar adivinar si se habían metido por la autovía o el polígono industrial; tomamos la 1ª alternativa y nos equivocamos; también nos equivocamos en la salida y entramos por el acceso de ala autopista a Puxeiros, media vuelta y esta vez retomamos la correcta. En esos 10 km tuvo lugar una portentosa persecución a cargo de Tito e Isidro para tratar de unirnos a los de adelante en Porriño.

Alcanzamos a Alberto poco después de la salida de Porriño; nos dice que sigamos, porque no va bien. No le hacemos caso, le arropamos entre los tres, lo protegimos del viento y le empujamos lo que pudimos, - ¡VIVA LA SOLIDARIDAD!-merced a su capacidad de sufrimiento - ¡Olé tus huevos!- llegamos a Pontevedra. No vemos de forma incomprensible a Eduardo, quién tuvo una avería en Redondela de la que nos enteramos más tarde.

Ya de noche me entero de que Alberto llegó a casa con una tensión arterial de 8, máxima y mínima de 7; ahí estuvo el problema y aún con semejante y peligroso desarreglo..., vaya pundonor.

Sólo espero que Vituco haya llegado a tiempo al curre y lamentar que Eduardo haya tenido que esperar un mogollón de tiempo hasta que alguien de los “pros” le liberó completamente el freno con una llave allen que llevaba, ya que la rotura de un radio le impedía continuar la marcha.
Saludos

4 comentarios:

  1. Muchas gracias por preocuparte por mi,llegamos a Pontevedra Balea y yo a la 13:00, ducharme, comer a toda hostia y marchar para el curre. En fin un poema. Saludos a todos

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  2. Hola pues efectivamente era lejarreta Tino,vino con nosotros desde redondela mas menos,a mi se me parecía un mundo y me acerqué a preguntarle y me dijo que hacía como 15 años que no tocaba la bici hasta hace poco y que ahora que ya nos tiene localizados por aquí supongo que lo veremos más a pesar de la distancia puesto que vive en Moaña,un saludo para él y para el grupo de las 9...menuda cara llevabas master a pesar de ir bajando jajaj...un abrazo.

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  3. Dar las gracias a los integrantes del grupo de las 9.30 que se pararon a solucionarme el problema que me surgió con la rueda.
    Por otro lado hoy me dió la vena, cogí la bici de montaña y me hice el mismo recorrido de ayer.
    Saludos Eduardo.

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  4. Para M. Armada:

    Cala, cala..., como se nota de que non te miraches a un espello. Xa se vía tamén que querías "saldar" contas pendentes, jeje.

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