Hace unos años, en 1989, Perico Delgado tuvo un despiste y llegó tarde al inicio de la etapa prólogo del Tour de Francia. Pues bien, hoy un servidor no se ha dado cuenta de la hora y, cuando me estaba preparando para salir de mi casa veo que el reloj marca las 9.32. Salgo escopeteado y, en La Alameda ya no hay nadie, con lo que enfilo Echegaray pensando que hasta el Alto de Poio tengo tiempo de alcanzar a la grupeta. En Doroteas, cuenta a cero y, veo que cuando estoy en Poio pedaleando a toda pastilla (llego al alto en 4.50") no veo a nadie. Entonces digo ¡carallo, van rápido!, en la recta antes de Combarro les veo por primera vez, ellos ya están dando la curva, y yo, empezando la recta. Intento mantener el ánimo con el viento a favor y, pienso en el Alto de Raxó como última intentona, voy a tope y, paso a los primeros cadáveres que vais dejando por el camino. En la subida consigo acercarme bastante pero no lo suficiente, ahí me doy cuenta de que ya me es imposible. Poco a poco voy perdiendo más metros, aún así por la tienda de bicis en Sanxenxo paso en poco más de 28 minutos y una media de prácticamente 36 km/h. En La Lanzada vuelvo a veros, vosotros estáis en la última rotonda y un servidor, comienza el calvario en la primera. Al llegar a la Toja mi media es de 34.4, hay algunas unidades paradas y decido meterme a la izquierda para esperar al grupo. Destacado viene Ojea, con la cabra, le pregunto la media y me dice sobre 35. El grupo enfiladísimo, el pueblo se pasa a todo tren y, en el repecho el grupo es un rosario, en el repecho duro, Ojea sigue a buen ritmo, detrás algunas unidades empiezan a flojear y detrás mia arranca un Javi OCon saltarín, ágil, a lo Contador y detrás a su rueda Javi (Tino se nota que le has dado muy buenos consejos). En ese momento empiezo a intuir que hoy hubiera sido mejor ir al monte, intento cogerles rueda, pero me cogen de sorpresa. Al final se juntan los dos Javis, Ojea y, por detrás Alfonso, Pedro, otro del Grove y un servidor. Poco después me descuelgo un poco y creo ver que ya están todos juntos. En el último repecho me encuentro a Mirón y viene conmigo un buen rato al iniciar la bajada de San Vicente. En tierra de nadie sigo gastando fuerzas, pocas quedaban ya y decido esperar por lo que quedaba del grupo (unas 10-12 unidades) y meterme en la cabornera con el programa de ahorro de energía hasta llegar a Pontevedra con 33.3 de media. Por cierto al llegar a Poio, nuestro grupo se destroza, el parte de bajas y heridos es notable y vemos al coronar Poio, que Pedro, uno de los de la escapada original, lucha porque no lo jaupemos. Las debió pasar canutas con el viento en contra.
La verdad es que estas etapas son divertidas cuando tienes un punto, pero actualmente y sin poder salir por la semana, son un auténtico sufrimiento pero como dice el otro ¡ no hay dolor!.
Hoy me acordé cuando pasamos por el Grove de aquella secuencia Los Hermanos Marx en el Oeste, en la que estos van quemando toda un tren al grito de ¡Más madera es la guerra!. Al final del trayecto al tren solo le quedaba el chasis y las ruedas.
P.D.
Que alguno de los de cabeza cuente como acabó la etapa y la media final que os salió. Buena semana a todos.
